Esta belleza de imagen, titulada “steampunk portal” y tomada de https://pixabay.com/, sintetiza a la perfección la filosofía de este sitio, tanto en términos de diseño como de contenido. El zepelín como símbolo por excelencia del steampunk y la paleta de colores, entre azules y rosas, junto con el neón del portal, como símbolos del cyberpunk. Como verán si deciden cruzar el portal, equivalente posmoderno y cibernético del agujero de Alicia, estos dos subgéneros de la ciencia ficción (y por ende también de la fantasía), junto con uno que otro concepto filosófico (entre los que destacan la propia posmodernidad y la hiperrealidad) reflejan bastante bien mi universo narrativo, así como los valores y convicciones en los que se funda.
Sean pues bienvenidus a esta espacio dedicado a la narrativa y al minimalismo como expresión de la libertad creativa. Mi nombre es Juan Carlos Isaza Botero, mis personas cercanas me conocen como El Pollo, y me dedico a contar historias, de todas las maneras y en todos los formatos posibles. Ya habrá tiempo entre divagabundias, especulaciones, cuentos y el podcast El telar de las parcas (sobre el cual podrán encontrar más información en la página ) para desarrollar esta idea como es debido.
Por lo pronto puedo decirles que encontrarán en este portal una amplísima variedad de textos, que buscan deliberadamente desenmascarar esa patraña ruin y nefasta según la cual la imaginación no hace parte de la realidad. Tengan presente, entonces, que todo lo que leerán acá es producto de la imaginación y, por lo tanto, es tan real como sus ojos lectores. A quien no encontrarán por ninguna parte es a esa vieja engreída que se pavonea haciéndose llamar La Verdad (salvo como un personaje más en las historias que nos contamos). Si es a ella a quien buscan, bien pueden encontrar a quienes la prescriben en otros lugares, por todos bien conocidos. En este espacio, que busca honrar el sagrado ritual del diálogo, ella no es bienvenida.
Algo similar ocurre con razón, una entre muchos daimones que habitan nuestras mentes, y quien ha sido secuestrada y suplantada por La Razón, íntima secuaz de La Verdad y miembro permanente de la junta militar que esta encabeza desde hace siglos, ejerciendo un recio control dictatorial sobre el saber humano. Verán que razón no se parece en nada a su rígida suplantadora, más tiesa que una estatua en un aula de clase, y que, por ejemplo, se lleva de maravilla con las emociones y demás daimones.
La razón de mi vida es rescatar a la imaginación de su exilio en otras realidades, dimensiones y universos paralelos, traerla de vuelta nuestro mundo junto con la gente hada, y contribuir así a una vida más digna para la humanidad.